El baobab es considerado como el árbol símbolo de África, especialmente relacionado con los paisajes de sabana abierta, donde no tiene competencia arbórea.
Estos grandes árboles, no son sólo un símbolo, sino que en ocasiones son también árboles sagrados. Es frecuente encontrarlos en el centro de las aldeas, como marcando la plaza principal. Aunque puede ser también que la aldea se haya fundado a su alrededor.
Como comparación, estas dos imágenes siguientes son de Senegal, donde también un gran baobab preside el centro de la aldea.
En Madagascar, en toda la zona Oeste de la gran isla, donde el clima es más seco que en la vertiente contraria, abundan los baobabs. Aquí presentan una diversidad mayor que en el continente africano, ya que de las ocho especies de baobabs, que hay en el mundo, seis viven en Madagascar.
Son curiosos los de forma de botella, o también los estilizados que parecen piernas saliendo de la tierra.
Los frutos del baobab |
Antiguamente existía una costumbre de grabar ojos y caras en los troncos de algunos árboles singulares. |
Los "baobabs amorosos", cerca de Morondava. Dos árboles fundidos en un abrazo de cientos de años |
El lugar más famoso de Madagascar para ver baobabs es la Avenida de los baobabs (Allée des Baobabs), cerca de Morondava. Una pista de tierra discurre entre gigantescos árboles junto a los que se han establecido varias aldeas.
Y ya, lo típico, típico, que casi todos los viajeros que visitan la isla, incluyen en su itinerario es la contemplación de la puesta de sol o el amanecer, entre las siluetas de estos fantásticos árboles de la famosa avenida. Tanto, que es quizá, la postal más conocida del país, e incluso la imagen de portada de varias guías de viajes. No por eso desmerece el contemplar este momento mágico del paisaje africano.
Las ramas del baobab parecen querer estirarse para atrapar la Luna. ¿Ramas o raíces?. Porque según una leyenda, extendida por toda África, el baobab fue castigado por dios, los dioses o los demonios (según la versión que se escuche) a crecer con las ramas enterradas en la tierra y las raíces hacia el cielo...