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Para recorrer y fotografiar bosques otoñales, la Cordillera Cantábrica ofrece una gran variedad de lugares, en los que los cálidos tonos se combinan con una agreste y sugestiva orografía rocosa. Uno de los mejores y más recomendables hayedos es el del Parque Natural de Redes en Asturias. Una extensa red de senderos nos permite recorrerlo a fondo.

El corazón del parque se puede decir que es la vega de Brañagallones. Desde las inmediaciones del magnífico refugio de montaña, emplazado en una antigua morrena glaciar, parten varias rutas que nos permiten encumbrarnos a las cimas del Cantu del Oso y de la peña del Viento. Desde estas cumbres la vista es magnífica, abarcando desde la Peña Ubiña al Oeste, hasta los Picos de Europa. A nuestros pies tendremos cien kilómetros de cumbres, aristas y bosques, que geológicamente son el resultado de grandes cabalgamientos, fallas y circos glaciares. De regreso, caminado por el hayedo podremos encontrar hayas centenarias y pequeñas cascadas.

Otras rutas famosas en el parque de Redes son la Cascada del Tabayón, el valle del Infierno y la Ruta del Alba. Estas dos últimas recorren dos salvajes valles con multitud de saltos de agua. Partiendo del pueblo de Tarna para alcanzar la cascada del Tabayón podremos visitar los robles centenarios de Llanu'l Toro.

En el entorno del parque de Redes no faltan otros lugares también magníficos para disfrutar de la montaña y los bosques en otoño, como el bosque del Gumial, en la carretera del puerto de San Isidro, el puerto de las Señales o los miradores de los Picos de Europa en el Valle de Valdeón.

A continuación os presento un reportaje de estos fabulosos bosques otoñales cantábricos. Con un clic se pueden ampliar la panorámicas.