Uno de los destinos otoñales más interesantes en la Sierra de Guadarrama es el abedular de Canencia. Siguiendo los cómodos caminos que recorren esta vertiente podremos recorrer en un paseo desde el puerto, varios de los rincones más interesantes.
En esta serie de fotografías, realmente los abedules no van a ser los protagonistas. Primero nos detendremos en un árbol singular: el centenario Tejo de la Senda. De este gran árbol llama la atención tanto su gran porte, como la textura de su tronco, una textura añeja.
Después nos acercaremos al arroyo del Sestil de Maíllo, que recorre el abedular. Hoy baja con bastante fuerza, así que nuestro recorrido lo va a remontar, no siempre por camino bien definido, deteniéndonos en algunos de sus rincones, para contemplar la bravura de sus aguas, que gracias a la las largas exposiciones fotográficas, van a adquirir una textura mucho más suave.
El recorrido termina en la cascada de la Chorrera de Mojonavalle, una de las más altas y características del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
Muy bonitas las fotos, Álvaro. Las del agua te han quedado espectaculares...
ResponderEliminarUn sitio bien conocido pero que con tu mano y tu cámara cobra un nuevo interés... Enhorabuena.
ResponderEliminarY eso que, por las tonalidades, había cielo cubierto, que con sol podías haberle dado más juegos... ¡Espectaculares en cualquier caso!
ResponderEliminarLos tejos, y más si son viejos como el de las fotos, son uno de mis árboles favoritos. Gracias por recordármelo.
ResponderEliminarMe encanta esa zona. Y tus fotografías le hacen justicia, lo cual no es nada fácil...
ResponderEliminarMuy bonitas Alvaro, has sabido sacarle la esencia de este bello rincón
ResponderEliminarUn abrazo
Como siempre, una entrada muy interesante y sacando el partido a cda paso. Bonito lugar.
ResponderEliminarGracias tíos por los comentario de esta nueva serie de fotos para homenajear a nuestra Montaña más cercana.
ResponderEliminarAbrazos para todos